Ecuador tiene el primer parque silencioso del mundo

A ambas orillas del río Zabalo en Ecuador, se encuentra el parque natural más silencioso del mundo, según una certificación otorgada por la Quiet Park International, una organización que tiene como propósito difundir la tranquilidad y proteger el silencio como recurso. También busca difundir el turismo tranquilo y respetuoso, tomando consciencia de que el lugar que visitamos no nos pertenece. 

En este sitio, que es propiedad del pueblo indígena Cofán,  no existe nada realizado por la humanidad: no hay transporte, energía eléctrica edificios comerciales. Quienes lo visitan explican que caminar viviendo esta experiencia es como sentir el latir del corazón de la naturaleza y sin dudas, un momento de transformación. 
Este lugar es uno de los pocos que está fuera del alcance de la contaminación sonora. 

Para obtener la certificación, esta región del mundo tuvo que pasar por rigurosas pruebas, entre ellas permanecer varias horas libre de ruidos. Se oyen especies de aves, el sonido de las hojas de los árboles moviéndose con el viento y el curso del agua. 

Este sitio está a cargo de los indígeneas Cofán, un grupo considerado durante mucho tiempo como cuidadores de los ríos y las selvas tropicales de la región, pero su número ha disminuido a menos de 2.000 personas. Se ubican en la frontera entre Colombia y Ecuador.

La contaminación acústica es un problema ambiental que se debe reducir 

La contaminación acústica genera pérdidas cuantiosas de la salud e impacta dramáticamente en las especies silvestres para poder hacerle frente al avance del hombre y sobrevivir. El silencio en cambio, tiene efectos sumamente positivos en la humanidad porque mejora las habilidades cognitivas, el razonamiento, el compromiso, mejora la capacidad de sorpresa, reduce el estrés y la ansiedad y mejora el estado de ánimo. 

La Organización Mundial de la Salud considera la contaminación sonora como uno de los principales problemas ambientales. Europa es el principal foco de contaminación sonora afectando a más de 100 millones de personas que sufren el ruido del tráfico. 

“El ruido afecta a las personas de diversas maneras. Sus efectos están relacionados con la audición, el sistema nervioso vegetativo, la psiquis, la comunicación oral, el sueño y el rendimiento. Puesto que el ruido es un factor estresante, una carga mayor para el cuerpo produce un mayor consumo de energía y más desgaste. Se sospecha que el ruido puede favorecer principalmente las enfermedades en que el estrés tiene una función importante, como las enfermedades cardiovasculares, que se pueden manifestar en la forma de hipertensión, infarto de miocardio, angina de pecho o incluso apoplejía”, dice la OMS. 

En ese sentido agrega: “Los efectos para el campo psicológico también son graves. El estrés producido por ruido ambiental es una preocupación principal, no sólo en los países industrializados, sino también cada vez más en las naciones en desarrollo. Debido al continuo y masivo aumento de los volúmenes de tráfico, tanto vial como aéreo, el estrés causado por el ruido ambiental ha tenido un incremento constante en su duración y en el área afectada”