España vive el tercer peor año en grandes incendios forestales de los últimos 30 años

Los datos provisionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que entre el 1 de enero y el 2 de octubre se han producido 55 grandes incendios forestales, mientras que el promedio de la última década es de 17. Hubo 41 en 2012, 25 en 2017 y 21 en 2016.

Con años completos, esa cifra de 55 grandes incendios forestales en lo que va de 2022 se superó solamente en 1994 (93) y 2006 (58) si se tienen en cuenta las tres últimas décadas.

Por otro lado, un total de 261.273,68 hectáreas quedaron arrasadas por el fuego entre el 1 de enero y el 2 de octubre de este año, esto es, 3,2 veces más que la media del último decenio (80.699,00 hectáreas). Con algo menos de un trimestre para que finalice 2022, este año es ya el peor en superficie quemada por el fuego desde 1994, cuando quedaron incendiadas 437.602,50 hectáreas en esos 12 meses.

En cuanto al último decenio, 2012 es el segundo en el ranking de superficie calcinada entre el 1 de enero y el 2 de octubre (215.701,49 hectáreas) y 2017 ocupa el tercer puesto (95.223,24). En cambio, 2018 se mantiene como año de la década con menos terreno arrasado por las llamas (22.008,27).

Entre el 1 de enero y el 2 de octubre de este año se registraron 9.306 siniestros forestales, de los que 2.850 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 6.456 conatos (con menos de una hectárea quemada).

De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,94% del territorio nacional, un total de 18.037,22 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 129.857,05 hectáreas de matorral y monte abierto, y 113.379,41 de superficie arbolada.

ZONAS GEOGRÁFICAS

Por otro lado, el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentró un 44,39% de los incendios y conatos forestales en lo que va de año, mientras que el resto de los siniestros se reparten entre las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 37,50%; el área mediterránea, con un 17,65%; y Canarias, con un 0,46%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 47,89% pertenece al noroeste; un 30,98% a las comunidades interiores; un 20,07% al área mediterránea; y un 1,06% a Canarias.

La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en el noroeste (45,03%), por delante de las comunidades interiores (38,07%), el área mediterránea (14,48%) y Canarias (2,42%).